El pasado 5 de julio la Sra. Viceconsejera de Industria del
Gobierno de Canarias, Dña. Francisca Luengo, visitó a los responsables del Cabildo de La Palma para presentar un
nuevo proyecto de aprovechamiento de las energías renovables basado en la
combinación de energía eólica y fotovoltaica con el bombeo de agua para
acumularla en balsas.
En la nota recogida sobre la noticia de la visita de nuestra
Viceconsejera recogida en “La Voz de La Palma” y en “Canarias actual” se indica
que en el sistema energético de Canarias sucede actualmente, entre otras cosas,
lo siguiente:
1) Son siete sistemas
aislados, por tanto son débiles, porque a diferencia con otros territorios
peninsulares, no se pueden ayudar entre ellos en caso de apagones, porque no
están conectados en red.
2) La poca potencia de
energía eólica que hemos instalado en los parques eólicos que están en marcha
se pierde cuando el viento sopla en exceso porque no la podemos almacenar.
Sí, tan sencillo y tan
drástico. La ‘carretera’ por la que circula la energía convencional, la que
transportamos cuando quemamos fueloil en las centrales, no puede
‘atragantarse’, es decir, tenemos que transportar justo la cantidad de energía
que demandan los ciudadanos en ese momento.
Cuando sopla mucho viento, y
hay que tener en cuenta que el viento es intermitente, se genera mucha energía
eólica que NO se puede conectar a la red para que circule por las ‘carreteras’
porque las atascaría, y por eso hay que tirarla.
Respecto al punto 2.
Resulta que los parques eólicos ya instalados, por ejemplo
el de Juan Adalid, cuando sopla mucho el viento, que en esta zona suelen ser
muchos meses al año, producen demasiada energía y, por tanto, dicha energía
para evitar un problema eléctrico no se puede verter en la red eléctrica, sino
que se ha estado tirando.
¡Impresionante! ¿Cómo no le cuentan esto a los vecinos de
Juan Adalid que han soportado el funcionamiento de un parque eólico a 50 metros
de sus casas desde 1994? ¿Cómo no le cuentan que a los ciudadanos que han aguantado
y siguen soportando un ruido permanente y machacón para que una buena parte de la
energía producida por los molinos no se utilice absolutamente para nada? ¿Cómo
se explica que se instalen parques eólicos para después tirar la energía
producida? Y encima con el agravante de situarlos al lado de las residencias
habituales de las personas.
Respecto al punto 1.
Cuando comenzó a difundirse el nuevo plan energético insular
algunas personas decían que no se alarmaran los ciudadanos porque sólo eran
previsiones. Añadían que cómo se iban a instalar tantos molinos y tantas placas
solares, si eso produciría más energía que la central de Los Guinchos y mucha
más de la que la isla previsiblemente puede necesitar.
Aquí, en el texto del punto 1, tienen una posible réplica a
su postura. El plan de los que nos gobiernan es que La Palma pueda enviar la
energía que se produzca aquí a otras islas. Esto podría traducirse en convertir,
por ejemplo, las costas de Garafía en un inmenso parque eólico y en ocupar una
buena parte del resto del municipio con placas solares para enviar la energía a
otras zonas de Canarias que, por motivos políticos, turísticos, económicos, poblacionales…
no estén dispuestas a verse afectadas por la instalación de energía eólica ni fotovoltaica
en su entorno.
Las noticias recogidas en “La Voz de La Palma” y en “Canarias
actual” puedes consultarlas en:
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